cambiar el color a muebles de madera

En Wowlist puedes vender, comprar e intercambiar muebles viejos.

Lo que pase después con esos muebles, dependerá exclusivamente de ti.

Quizá estés buscando una mesa tocinera para la cocina, o una silla para el recibidor.

Puede que en nuestro listado de mobiliario y decoración de segunda mano encuentres un precioso cabecero para el dormitorio, una cajonera o, por qué no, una puerta antigua.

Todo es posible en Wowlist.

Lo que sí te puedo asegurar es que, busques lo que busques, hay muchas posibilidades de que pasen dos cosas: primero, que lo que compres sea de madera y, segundo, que quieras cambiarle el color.

Por esa razón nos hemos puesto manos a la obra y hemos buscado las que, a nuestro parecer, son las dos mejores técnicas para cambiar por completo el color de cualquier mueble de madera, tengas o no experiencia restaurando.

Sobre todo porque nosotros no la tenemos.

Pero antes, algunas consideraciones importantes.

Material necesario

Como en cualquier receta, necesitarás algunos ingredientes para cambiar el color de muebles y complementos de madera.

Esta es nuestra lista. Toma nota y espera a conocer los 2 métodos que vamos a compartir contigo antes de comprar nada.

Ingredientes:

Ropa de trabajo: guantes, delantal o ropa vieja, mascarilla…

Limpieza y preparación: paños de algodón, muñequilla, lana de acero, estropajo, limpiador de madera (triple A)…

Pintura: decapante, tintes, barnices, pintura a la tiza, rodillo de espuma, brochas, pinceles…

Si no dispones de ningún ingrediente de la lista, te recomendamos echar un vistazo a nuestra lista de herramientas para empezar en la restauración de muebles antes de seguir leyendo.

No empieces con el cambio de color hasta leer esto

Un paso importante en cualquier proceso de restauración, por simple que sea, es la limpieza de la madera.

Si hablamos de cambiar el color de la madera de un mueble viejo, una buena limpieza nos ayudará, por ejemplo, a que los productos que utilicemos se adhieran mucho mejor.

Salvo en casos excepcionales, el proceso será sencillo.

Necesitaremos una superficie sobre la que trabajar cómodamente, unos guantes de trabajo, ropa que no nos importe ensuciar, papel de cocina, un paño y algún producto de limpieza.

En cuanto al producto de limpieza, podemos ir a lo seguro y utilizar alcohol, amoníaco rebajado en agua o, directamente, un disolvente.

También podemos utilizar la fórmula triple A, resultado de mezclar las mismas cantidades de alcohol, amoníaco y agua.

Tanto en la limpieza como durante el pintado, recuerda trabajar en un sitio ventilado y, si puedes, utiliza gafas de trabajo y mascarilla.

No hace falta que gastes mucho. En internet encontrarás equipos de protección muy económicos.

Equipos como la mascarilla AirGear Pro, cuyo precio actualizado puedes ver en Amazon siguiendo este enlace.

Para la limpieza utiliza un paño limpio empapado en el limpiador y repasa toda la superficie del mueble.

Tómate tu tiempo. No buscamos eliminar solo el polvo y las manchas superficiales, sino que queremos dejar la madera libre de grasas y otros residuos desagradables.

Una vez el mueble esté limpio, entonces podemos empezar con el cambio de color.

*Nota: si de verdad buscas un buen acabado, te recomendamos desmontar tanto las puertas como los tiradores, incluso antes de empezar con la limpieza. No es obligatorio, pero sí muy recomendable.

Primer método: cambio de color y protección del mueble, con lijado.

Este método es especialmente eficaz cuando nos toca trabajar con maderas en bruto, es decir, sin tratar.

El objetivo final del lijado de la madera es alisar la superficie y eliminar las rugosidades e imperfecciones.

Para lograrlo, necesitaremos lijas de grano grueso, medio y fino.

Empezaremos con la lija de grano grueso (60-80) y con firmes movimientos manuales, a ser posible, en la dirección de la veta.

Podemos utilizar un taco de madera para que el trabajo sea más fácil y seguro, tal y como ves en la foto.

como lijar madera
Imagen de blog.paqsa.com.mx

Después de la lija gruesa, repasaremos con una de grano medio (100) y terminaremos con una de lija fina (150) para un acabado excepcional.

Una vez el mueble esté lijado, procederemos a protegerlo.

Proteger la madera es importante, sobre todo en muebles que vayan a estar en el exterior, ya que nos servirá para evitar que se deteriore debido a los cambios de temperatura o a los bichitos.

Algo que podemos utilizar es un fondo protector que ofrezca variedad de colores.

Un ejemplo sería el de la marca Lasur, muy económico y con un montón de reseñas positivas cuyo precio puedes ver en Amazon siguiendo este enlace.

No solo nos ayudará a cambiar el color de nuestros muebles, sino que, además, los protegerá del sol y del agua, permitiendo al mismo tiempo que el mueble respire y no se escame.

Y, para finalizar, utilizaremos un tinte o lasur sobre la superficie aplicado con una brocha o rodillo fino.

Segundo método: cómo cambiar el color de un mueble de madera sin lijar

Para este segundo método seguiremos el mismo proceso que en el anterior, salvo por el lijado.

La limpieza será aún más importante, ya que no vamos a lijar.

Cuando el mueble o el artículo decorativo esté impoluto, sin rastro de grasa, polvo ni suciedad, empezaremos con la pintura.

Y aunque existen muchas técnicas para hacerlo, nos hemos quedado con dos que son, al menos para nosotros, las más sencillas y eficaces: la pintura acrílica con imprimación y la pintura con tiza.

Pintura acrílica con imprimación

La imprimación consiste en aplicar una fina capa de pintura antes de utilizar la pintura definitiva, con el objetivo de que esta última se adhiera mejor a la superficie de madera.

Este tipo de productos suele ser bastante económico, aunque debemos tener cuidado a la hora de elegir.

Algunas opciones pueden provocar efectos no deseados en el acabado final del pintado.

Nuestra elección es la imprimación universal de la marca Titan, recomendada para madera, cartón, yeso, incluso para lienzos. 

imprimación para madera

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Una vez aplicada la imprimación, dejaremos secar, limpiaremos la superficie para eliminar cualquier rastro de polvo, y podremos empezar con la pintura.

Para este ejemplo utilizaremos pinturas acrílicas por su variedad de tonos y acabados.

Además, con este tipo de pintura, podemos ahorrarnos la aplicación de un barniz al terminar.

Pintura a la tiza o Chalk Paint (efecto vintage)

Las pinturas con base de tiza tienen algunas ventajas cuando se trata de pintar sin lijar.

Una de ellas es que, en la mayoría de los casos, nos podremos saltar el proceso de imprimación salvo que, por la razón que sea, notemos que la pintura no se adhiere.

Otra de las ventajas de las pinturas Chalk Paint, es que le proporcionarán al mueble una textura mucho más interesante.

Además, este tipo de pintura suele ser bastante económica y, como no siempre se busca un acabado uniforme en toda la superficie, un solo bote nos puede dar para más de un proyecto.

Solo para que te hagas una idea, una de las más recomendadas de Amazon cuesta menos de 20 euros.

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Podemos cambiar de color nuestros muebles con pinturas a la tiza de manera uniforme, o darle diferentes efectos a la madera, todo sin lijar y de manera muy sencilla.

Por ejemplo aplicando un lasur de un tono que nos guste y, sobre el mismo, aplicar la pintura a la tiza con una brocha y movimientos rápidos y cortos.

Otra técnica realmente simple consiste en, una vez esté seco el lasur, daremos una fina capa de la chalk paint y, rápidamente, antes de que se empiece a secar, retiraremos el sobrante con un paño.

De esa manera conseguiremos ver la veta de la madera, además de la combinación de colores entre la pintura de tiza y el lasur.

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