comprar silla de escritorio

Elegir una buena silla de escritorio, es una de las cosas que podemos hacer para paliar ciertos problemas de espalda, dolores y lesiones posturales, especialmente cuando pasamos sentados la mayor parte de nuestra jornada laboral.

No obstante, el concepto de lo que es o no es una buena silla, no siempre está tan claro como podría parecer. Por ejemplo, una silla de trabajo aparentemente cómoda, no tiene por qué ser buena para la salud.

La buena noticia es que hoy en día tenemos a nuestro alcance un catálogo casi infinito de modelos de silla, lo que nos facilitará encontrar una que se adapte a nuestro cuerpo, a nuestro trabajo y, sobre todo, a nuestro presupuesto.

De eso va, precisamente, este artículo, en el que hemos querido recopilar algunas ideas que te ayudarán a elegir la silla perfecta para ti.

Pero, antes de empezar con nuestra lista de recomendaciones y para poner un poco de contexto, hemos creído importante repasar algunos conceptos fundamentales relacionados con nuestra salud postural.

*Recuerda que este no es un blog de salud y que la información que encontrarás en este artículo no debe tomarse como consejo médico en ningún caso. Para consultas sobre cualquier dolencia o problema relacionado con tu salud, acude a tu médico de confianza.

¿Pasas en tu trabajo más de 6 horas al día en una silla? Esto te interesa.

Cada vez es más habitual oír hablar de trastornos y enfermedades directamente relacionados con el hecho de pasar largas jornadas en posición sedente.

Por otro lado, la mayoría de estudios confirman que no solo existe una causa.

O dicho de otra manera, las sillas no son el problema, o, como mínimo, no son el único problema.

sillas de escritorio cómodas

Por ejemplo, en un reciente artículo publicado por Mayo Clinic, se habla de un estudio que llegó a la siguiente conclusión:

“Quienes permanecieron sentados durante más de ocho horas por día sin actividad física, tenían un riesgo de morir similar a los riesgos de morir causados por la obesidad y el tabaquismo. Sin embargo, a diferencia de otros estudios, en este análisis de datos de más de 1 millón de personas se encontró que 60 a 75 minutos de actividad física moderadamente intensa por día, contrarrestaban los efectos de estar sentado demasiado tiempoMayo Clínic.

La revista digital Web Consultas, menciona un ensayo llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Colorado.

En dicho ensayo participaron 30 adultos considerados sedentarios, a los que se les expuso a tres rutinas diarias distintas.

En la primera rutina, los sujetos seleccionados pasarían una jornada laboral de seis horas sentados.

En la segunda, tendrían 30 minutos de ejercicio moderado antes de iniciar su jornada laboral.

En la tercera rutina, realizarían pausas de cinco minutos de ejercicio moderado por cada hora de trabajo.

“Tras analizar los datos, los científicos estadounidenses constataron que los miembros de los dos últimos grupos vieron aumentada la percepción subjetiva de energía y vigor. En el caso de los que hicieron interrupciones en su trabajo para hacer series de cinco minutos de ejercicio físico, también observaron cómo mejoraba el estado de ánimo, disminuían los niveles de fatiga, y se reducían los antojos de comida al finalizar la jornada.” Webconsultas.es

Ambos estudios, y otros muchos realizados sobre la misma problemática, parecen confirmar que algunos de los problemas asociados a pasar largas jornadas sentados, tienen que ver más con la falta de ejercicio físico y la ausencia de pausas durante el trabajo, que con la silla en sí.

Podríamos concluir que, una silla cómoda, nos ayudará a disminuir las molestias durante más tiempo, pero no las eliminará. Al contrario, puede que esa comodidad nos lleve a estar más tiempo sentados sin llevar a cabo las pausas y los ejercicios recomendados, lo cual terminaría por pasarnos factura en el futuro.

Entonces, ¿me gasto dinero en una buena silla de escritorio o no?

Tras entender que, por muy buena que sea la silla, no será suficiente para prevenir o eliminar el dolor y las molestias, no parece que tenga mucho sentido, al menos desde el punto de vista de la salud, que nos gastemos un dineral en una.

Si es lo que crees, te diré que no estás del todo equivocado.

La cuestión no está en si vale o no la pena invertir en una silla de oficina carísima totalmente ajustable y fabricada utilizando los mejores materiales, sino en tener claro qué debe tener para que la consideremos una buena silla para nosotros.

Y para responder a esa pregunta, aquí va nuestra checklist rápida. 

Una buena silla de escritorio tiene que:

  • Ser ajustable tanto en altura como en la posición del respaldo. Primero, porque queremos tener la posibilidad de estar a la altura del ordenador para prevenir lesiones cervicales. Segundo, porque cada cuerpo, concretamente cada espalda, tiene una forma única.
  • Ofrecer protección especifica para la zona cervical y lumbar, aunque cuidado con el uso de cojines lumbares. Según hemos podido leer, no existe consenso entre fisioterapeutas y posturólogos sobre sus beneficios para la salud.
  • Ser cómoda, pero no excesivamente cómoda para evitar que nos olvidemos de hacer una pausa de, al menos, diez minutos cada dos horas.
  • Tener ruedas.
  • Dejar suficiente espacio para las piernas. Nota: si la pared que tienes enfrente está llena de marcas de zapatos, significa que tus piernas están pidiendo a gritos más espacio. O alejas la mesa, o puede que necesites una silla más alta que te permita tenerlas un poco más estiradas.
  • Estar fabricada, siempre que sea posible, con materiales transpirables y resistentes porque, aunque permanezcamos sentados durante horas, son cientos los micromovimientos del cuerpo a lo largo del día. Respecto a los materiales, hablamos de ello a continuación.

Materiales de una silla de oficina típica

Los materiales más utilizados en la fabricación de sillas de trabajo son:

Piel natural

Si nos dejamos llevar por los tópicos, podríamos sugerir que la piel es el material por excelencia en las sillas de los despachos más importantes y lujosos del mundo.

Nosotros no lo sabemos con seguridad, porque no solemos visitar ese tipo de despachos. Pero parece una afirmación verosímil, sobre todo si tenemos en cuenta su precio y exclusividad. 

No obstante, y dejando el lujo a un lado, hay otras razones por las que una silla de piel puede llegar a ser interesante para cualquier persona, desde la perspectiva de la funcionalidad, la comodidad y la durabilidad.

Por ejemplo, siempre que se les haga el mantenimiento adecuado, las sillas de piel natural suelen tener una vida útil más larga.

También son menos sensibles a los cambios de temperatura, por lo que no se calientan tanto en verano ni son tan frías en invierno como sucede, por ejemplo, con las sillas fabricadas en polipiel.

La piel tiene varios beneficios, y algunos inconvenientes también. Uno de los más importantes, el precio.

Por esa razón, muchas personas terminan eligiendo el cuero como alternativa a la piel natural, ya que sigue siendo un material de muchísima calidad y durabilidad, y es más fácil encontrar modelos de sillas de cuero a un precio relativamente asequible.

Es el caso de un modelo de silla Austin de cuero que hemos encontrado en Amazon, que nos ha parecido que cumple con la mayoría de requisitos que buscamos en una silla de oficina y que, en nuestra opinión, quedaría increíble en cualquier sitio.

Ver precio de la silla Austin en Amazon
BENEFICIOSINCONVENIENTES
Durabilidad con un buen mantenimiento Posible aparición de grietas si la piel no se hidrata
ConfortPrecio elevado
Fácil de limpiarMenor variedad de modelos
Buena transpiración
Resistencia a los cambios de temperatura
Tabla comparativa (Sillas de escritorio fabricadas en piel natural)

Polipiel

Aunque puede que la piel natural y el cuero sean los materiales más deseados, lo cierto es que la mayoría de sillas con aspecto de piel que veremos a lo largo de nuestra vida, estarán fabricadas en materiales sintéticos como la polipiel.

Solo como curiosidad, la polipiel se fabrica uniendo retales de piel natural con diferentes fibras sintéticas, logrando un aspecto muy parecido a la piel natural.

La calidad de una silla fabricada en materiales sintéticos dependerá, principalmente, del fabricante.

Por esa razón, podremos encontrar modelos de todos los precios.

No obstante, es relativamente sencillo determinar ciertos beneficios e inconvenientes comunes, debido a las características básicas del material.

Puede que el beneficio principal de este tipo de sillas y asientos en general, sea su precio. 

Solo tienes que ver la gama Pacific de la marca CLP, una magnífica silla disponible en Amazon con reposapiés y función de masaje, cuyo precio es significativamente inferior al de cualquier silla de piel natural mucho más sencilla.

El precio es una ventaja. Pero no es la única.

Su versatilidad en el uso de tintes permite disponer de una variedad de colores que difícilmente  encontraremos en las sillas de piel natural.

Son fáciles de limpiar, ya que no necesitan de ningún producto especial, y son especialmente resistentes a las manchas al tratarse de un material prácticamente impermeable.

Por otro lado, esa impermeabilidad funciona en al sentido inverso. Al no ser un material poroso, no transpira y termina por adherirse a la piel.

El mantenimiento es inexistente, lo cual te puede sonar bien. El problema es que cuando la superficie esté dañada, no tendremos más remedio que volver a tapizar o cambiar la silla.

BENEFICIOSINCONVENIENTES
PrecioMenos durabilidad
Variedad de colores y diseñosMaterial no poroso
Fácil de limpiarNo mantenimiento
Tabla comparativa (Sillas de escritorio fabricadas en polipiel sintética)

Tela

Por último, llegamos a uno de los materiales, aparentemente, más económicos. Aunque veremos un poco más adelante que no siempre es así.

Telas hay muchas, de diferentes calidades, naturales y artificiales, más porosas y resistentes, caras y baratas, de colores y estampadas…

Hay de todo, y esa variedad explica que sea uno de los materiales más utilizados en la fabricación de sillas de escritorio.

Dependiendo de su calidad, una silla de tela ofrecerá más o menos resistencia a la luz o al fuego, aguantará mejor o peor el paso del tiempo, y será más o menos fácil de limpiar y mantener.

Por otro lado, decíamos al principio que las sillas de tela son, aparentemente, las más económicas.

No obstante, la realidad es que, si bien es cierto que podemos encontrar modelos básicos a precios realmente bajos, la oferta disponible es tan amplia que una silla de tela de buena calidad, podría llegar a costar más que una de piel natural.

Un término medio podría ser la silla de la marca Intimate WM Heart, disponible en tela y en polipiel, que acumula más de mil reseñas en Amazon con un una puntuación media de 4 sobre 5.

Partes de una silla. ¿Qué tener en cuenta?

partes de una silla de escritorio

Una vez escogido el material, el siguiente paso en nuestro camino hacia la compra de la silla perfecta, será comprobar cada una de sus partes, y asegurarnos de que sus características y prestaciones sean las indicadas para nosotros.

Reposacabezas

El reposacabezas, salvo en sillas de alta gama, suele ser un elemento fijo, lo cual es importante porque todo elemento de nuestra silla que no podamos regular, es más que probable que no se adapte a nuestro cuerpo de forma natural.

Solo hemos encontrado un caso en el que, según los expertos, el reposacabezas parece ser aconsejable, y es cuando la tarea a desarrollar consista en mantener la vista fijada en pantallas situadas por encima de la cabeza, como por ejemplo en algunos puestos de vigilancia.

En esos casos, es recomendable elegir modelos de sillas 100 % ajustables, como por ejemplo el modelo Gesture de la conocida marca Steelcase, ahora disponible en Amazon.

Apoyo lumbar

Con los accesorios para la zona lumbar sucede algo parecido a lo que hemos podido ver con los reposacabezas.

No hay consenso respecto a si son o no beneficiosos.

Varios expertos (fisioterapeutas y posturólogos) compartieron sus opiniones al respecto en un gran artículo de la revista digital Xacata.com, y las conclusiones fueron bastante curiosas.

Según Amaia Jáuregui, del Centro Sueskun de Fisioterapia y Osteopatía,

“…con el cojín lumbar descansan los discos vertebrales y se previenen las hernias discales. No obstante, cada caso es un mundo: hay gente que tiene hipelordosis y lo necesitaría, pero otras que tengan por ejemplo una rectificación de columna no lo necesitarán. “

Por otro lado, Álex Soria, del madrileño centro de fisioterapia personalizada Fisiomedit

“… recomienda al menos “una leve prominencia que permita realizar ese apoyo (lumbar), el cual también se debe poder regular en inclinación anteroposterior. Siempre hay que tener en cuenta que si el respaldo está inclinado hacia atrás, la cabeza tenderá a irse hacia delante para compensar el desequilibrio por lo que va a ser una fuente de dolores cervicales.”

Reposabrazos

Personalmente, nos cuesta imaginar nuestra silla ideal sin reposabrazos. Eso sí, esta afirmación tiene algunos matices.

Los reposabrazos, en nuestra opinión, son accesorios que nos facilitan ciertas cosas cuando pasamos largas horas sentados en una silla.

Por ejemplo, al retirarnos de la mesa para pensar, llamar por teléfono o revisar el trabajo desde cierta distancia, nos quedaremos descanso para los brazos, a no ser que nuestra silla disponga de reposabrazos.

A la hora de levantarnos y volver a sentarnos, el reposabrazos nos servirá como punto de apoyo.

Incluso es muy útil para acomodarnos más fácilmente en la silla, una vez estamos sentados.

Ahora el matiz.

Los reposabrazos rara vez se ajustan a nuestros brazos, suelen ser demasiado duros y tienden a desgastarse más rápidamente que el resto de elementos de la silla.

Nuestra solución, que se ha convertido en un imprescindible en todas nuestras sillas de escritorio, son las almohadillas para reposabrazos. 

Las que utilizamos nosotros las puedes encontrar fácilmente por debajo de los 20 euros. 

Ver almohadillas para reposabrazos en Amazon

Reposapiés

Hablamos con anterioridad de la importancia de contar con espacio suficiente para estirar las piernas.

Es por eso por lo que, al menos en nuestra opinión, un reposapiés no sería un elemento necesario a no ser que, debido a una altura excesiva de la mesa, nos viéramos obligados a utilizar una silla tan alta que los pies no llegaran hasta el suelo.

Lo que sí recomendaríamos probar, no porque nos parezca imprescindible, sino porque hemos preguntado a varias personas que, después de usarlo, han notado cierta mejora en su postura y menos dolor de piernas tras pasar varias horas en la silla, es un reposapiés externo.

Los encontrarás de diferentes precios, medidas y materiales. 

Nosotros hemos hecho una búsqueda rápida y hemos encontrado dos que nos han gustado especialmente.

El primero es de la marca Huanuo, es antideslizante, regulable hasta en 3 posiciones diferentes y está fabricado en plástico. Puedes ver su precio en Amazon aquí.

El segundo es completamente distinto, aunque su función es la misma.

Se trata de un reposapiés de espuma, que está indicado, sobre todo, para usarlo sin calzado. Nos ha parecido una opción ideal, por ejemplo, para personas que trabajan en casa y que lo podrán utilizar tanto en su puesto de trabajo como viendo la tele en el sofá. Puedes ver su precio en Amazon aquí.

Otros elementos

Y terminamos con un repaso rápido a otros elementos de nuestra silla a los que deberíamos prestar atención: la espuma y las ruedas.

Empecemos con la espuma.

Lo ideal sería que nuestra silla contuviera una espuma que no fuera excesivamente rígida, lo que la haría incómoda, pero que tuviera la suficiente densidad como para no deformarse debido a un uso intensivo.

Por ejemplo, las espumas de alta resiliencia o HR.

Las ruedas también juegan su papel, y tenemos varias opciones entre las que elegir, algunas más silenciosas que otras, con freno o sin freno, más pequeñas o más grandes. 

Aunque es muy posible que, con el tiempo, termines por sustituir las ruedas originales de tu silla por otras de mejor calidad.

Conclusiones

Encontrar la silla perfecta no es fácil. De hecho, lo más probable es que tengas que probar varios modelos antes de encontrar la configuración perfecta.

Es importante que tengas en cuenta el resto de elementos de tu zona de trabajo, ya que la silla se se complementará con ellos de una manera u otra.

Por ejemplo, si nuestra mesa es muy alta, necesitaremos una silla que cumpla determinadas condiciones.

No solo que tenga la altura suficiente para que el ordenador nos quede a la altura de la vista, sino también para que tanto la espalda como las piernas encuentren su sitio.

Nuestro consejo es que visites varias tiendas y, siempre que te dejen, pruebes diferentes modelos antes de escoger.

Y, si es posible, compra tu silla nueva. Hay muchas otras cosas que podrás comprar de segunda mano, como la mesa o las estanterías.

Para eso, siempre te puedes pasar por la tienda de Wowlist.

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