Si sientes que tu vida se ha vuelto demasiado complicada, que el exceso de estímulos exteriores te sobrepasa o no consigues encontrar la paz interior ni en tu propia casa, tienes que conocer la filosofía kinfolk y todo lo que la rodea.
Inspirado en la comunidad Amish estadounidense, el estilo kinfolk apuesta por la sencillez y promueve una vida con menos distracciones y elementos superficiales. Se basa, en definitiva, en el retorno a lo básico, a la naturaleza y a nuestras raíces.
La palabra Kinfolk significa personas (folk) y familia (Cynn), y su popularidad tiene su origen, principalmente, en dos publicaciones: el magazine que lleva su mismo nombre y el libro de Nathan Williams “The kinfolk Home” – Ver libro en Amazon
Se dice que este estilo es mucho más que una forma de decorar interiores o de vestir. El kinfolk se ha convertido en una filosofía aplicable a todos los ámbitos de la vida.
El kinfolk en la decoración de hogares y el interiorismo
Algunos ya han bautizado este estilo como el nuevo minimalismo nórdico.
El estilo de decoración escandinavo ha disfrutado de enorme popularidad, sobre todo desde finales del siglo XX.
Su apuesta por las lineas rectas y los colores neutros, y el uso de materiales naturales, ha logrado conquistar a más de medio mundo.
En el kinfolk, el concepto es parecido: minimalismo, funcionalidad y pureza en las materias primas.
No obstante, desaparece la rigidez de un estilo con unas características ya consolidadas, dejando paso a la improvisación y a la mezcla de estilos.
Es por esa razón que, en una casa decorada a lo kinfolk, es fácil encontrar pinceladas étnicas, de estilo industrial o rústico.
Características del kinfolk
El estilo kinfolk se inspira en el modo de vida tranquilo, sencillo y en conexión permanente con la naturaleza y con la familia de la comunidad Amish norteamericana.
No nos debe extrañar, por tanto, su sobriedad elegante, la presencia de materiales naturales y respetuosos con el medioambiente, o la ausencia de elementos decorativos carentes de funcionalidad.
El kinfolk, como estilo de decoración de interiores, se centra en liberar nuestra mente, en ayudarnos a poner el foco en lo importante.
Es, en pocas palabras, la representación del minimalismo más puro y ausente de distracciones cuyo fin es llevarnos a reconectar no solo con nosotros mismos, sino también con nuestro entorno.
En una casa decorada al estilo kinfolk encontraremos muebles de líneas rectas, en algunos casos reciclados, pero siempre seleccionados teniendo en cuenta su utilidad y durabilidad.
Por otro lado, los materiales naturales y los elementos decorativos artesanales tendrán un papel protagonista en la decoración.
Tanto, que serán los encargados de otorgar personalidad y carácter a las paredes, generalmente lisas y pintadas de un solo tono.
A pesar de la sobriedad y la sencillez, el color es importante.
Nos moveremos entre colores que evoquen la naturaleza, como los tonos rojizos, verdes o marrones, siempre acompañados de un blanco o beige, y terminaremos con madera natural para el suelo, de aspecto rústico, o más pulido y menos exigente, como por ejemplo, un suelo laminado.
Simplicidad sostenible
Comprar menos y mejor, y tener solo lo necesario.
Sin distracciones ni pretensiones, más allá de disfrutar en un espacio en el que podamos sentirnos cómodos y en el que no nos falte de nada, pero tampoco nos sobre.
El kinfolk no va de muebles de diseño, sino de muebles que transmitan calma, que sean versátiles, respetuosos con el entorno y que duren.
La decoración es importante. Es lo que le dará carácter y personalidad al espacio convirtiéndolo en un hogar. Pero sin excesos y siempre diferenciando lo esencial de lo prescindible.
Imágenes de casas decoradas al estilo kinfolk
Libros. Descubre más sobre el estilo kinfolk.
